Esta semana me lo pasé genial. Estuve en casa de Abi viviendo y me sentí como en casa. Hechaba de menos reirme tanto en tan poco tiempo. Ayer estuvios en Principe Pío mirando tiendas... y me sorprendió como un hombre puede tener tanta paciencia con cuatro mujeres mirando ropa, zapatos, gafas y bisutería ;). Hoy estuvimos en Alcalá y me pareció una ciudad preciosa. Disfruté mucho paseando por esas calles antiguas, de balcones viejos y puertas mediavales. A pesar de las predicciones familiares sobre irnos porque iba a empezar a llover, hizo un día muy soleado. He descubierto que los Henríquez son una familia de artístas. Hay un cámara d televisión que es capaz de grabar sin saber q stá grabando, una fotógrafa que capta los detalles más insignificantes, una actriz que tiene más caritas que el potato y una mami con una paciencia que vale millones.
Que más... pues que me acordé mucho de mi padre, entre muchas cosas porque hacía tiempo no me sentía tan "como en casa". Me acordé de muchísimas cosas que hacíamos juntos, de su amor, de todo lo que aprendí cuando salíamos al campo que si las nubes se llaman de tal forma(solo me logro acordar de los cumulolimbos, o algo así), de las piedras de los prehistóricos cuando nos poníamos a tallar el sílex para que parecieran recién encontrados. Incluso hoy ví una pecera en una tienda y recordé aquellos peces que engordó tanto, que parecían pelotas de tenis y así se pudieran reproducir. Llegamos a tener tres peceras de peces clasificadas por tamaños... Hasta había uno que era su favorito. Se llamaba "el pozí" porque nació malito. Era muy pequeñito, tenía solo una aletita, y encima rota. Nadaba boca abajo. Duró meses y meses y todo el mundo que venía a casa decía "ese pez está malito no?" y la respuesta siempre era "po zí". Sobrevivió meses. Hasta que un corte de luz provocó una gran mortandad de la que solo sobrevivieron unos poquitos.
Hecho de menos los piropos de papá hacia mamá. Y aunque nos pasaba como a los Henríquez que cada dos por tres estábamos pelando, nos amábamos. Ahora nos seguimos amando pero dentro de mí siento que un muro muy fuerte se calló de los cimientos de mi corazón, y que ya nada volverá a ser igual.
A veces me pregunto si es bueno seguir soñando imposibles sabiendo que todo es posible, pero para qué? Si algún día la muerte lo arrasará todo y no importará si se cumplió o no lo que perseguía.
Estuve leyendo "Poeta en Nueva York" de Lorca. Y me hizo reflexionar todas estas cosas.
Umm.. hablas de los Brady o de los serrano?? dime, como pudiste aguantarlos tanto tiempo? es que yo todavían no le he pillado el truco.
ResponderEliminarPor cierto, que sepas que no se llamaba pozi el pez de tu casa.. se llama Nemo y era artista de cine.
Un beso amore..
(leete eclesiastés)