Es curioso como está todo bajo control.
Hoy es domingo de resurrección y también es mi cumpleaños. Son dos motivos para estar gozosa, y sin embargo me encuentro muy triste.
Supongo que muchos factores condicionan mi estado de ánimo, el agotamiento de estas semanas, echo de menos a mi familia, mi mente hace plofff y no tengo ganas de nada.
Desde anoche hay una canción en mi cabeza que continuamente se repite:
"Si me preguntaras que regalo quiero, que es lo que deseo en este día especial. Nadie me conoce como tu maestro ni mis pensamientos te puedo ocultar.
Quiero este día disfrutar en tu presencia nada más y se vuelva realidad mis deseos de poderte contemplar, quiero contigo conversar, quiero perderme en tu mirar y olvidarme de quien soy y perder mi humanidad en tí Señor. Es lo único que quiero, es lo único que anhelo".
Hace un rato estuve orando, bueno más bien llorando, porque apenas si me salen palabras. Pero me sentí mejor. Y me acordé de unos versículos que leí anoche y otros esta mañana.
"Dios es la porción de mi herencia y de mi copa;
tu aseguras mi suerte.
Las cuerdas me aeron en lugares deleitosos y
es hermosa la heredad que me ha tocado" Salmo 16
"Mi rostro está hinchado por el llanto
y mis párpados entenebrecidos
a pesar de no haber iniquidad en mis manos
y de ser pura mi oración [...]
más ante Dios derramaré mis lágrimas" Job 16:16-20
"Mi copa está rebosando"Salmo 23
Mi regalo quiero que sea esa copa llena de bendición, de su Espíritu, de sentirlo con la mente con el corazón y con todas mis fuerzas. La heredad que me ha tocado es preciosa, por ello me agarro a ella aunque haya días como hoy, que solo veo el pozo donde me encuentro.
Me siento super rara porque soy siempre la risueña que anima a todo el mundo... y no estoy acostumbrada a ser yo la que necesite recibir.
Carmenxu esta vez he tenido la crisis cumpleañera k tu pasastes antes de k se cumpliese mi cumple. Parece mentira cuanto hemos cambiado tanto para bien como para mal. Nada mas he de agradecerte que has crecido pero mantienes la esencia cándida de la infancia, la mirada limpia y la luz que siempre llevastes junto a ti desde que te conozco. Que la lejanía no te haga ser otra persona, porque los madrileños y allá donde vayas se merecen conocer a la persona que yo conocí y que aprendo a admirar con cada paso. Sigue tu camino y los demás continuaremos contigo. Besos desde Málaga city. La celebración del cumple no fue lo mismo sin tí ni sin Marisa pero las dos estuvisteis presentes tanto en mi cabeza como en mi corazón. Besos enormes. Te quiero. ALI
ResponderEliminar