Salento es un pueblito precioso situado cerca de Pereira, a dos horitas más o menos. En el corazón del Quindío.
Es un lugar encantador, muy colonial, el cual lo han conservado muy bien y ahora es un lugar turístico por excelencia.
Acostumbrada a las grandes ciudades, lo que más me sorprendió fue lo chiquito que era. Recuerdo que cerca de allí, como a 15 minutos está el Valle del Cocora (del cual creo que ya hablé anteriormente y pronto lo volveré a mencionar).
El pueblo es tan pequeñito que cuando regresabamos en "wilis" al pueblo para coger el bus de vuelta hacia Pereira, tuvimos que hacer una parada porque un wilis que había salido antes que el nuestro se quedó sin frenos y volcó a la salida del valle. Dentro de él iban cuatro personas y una oveja. Recogimos a un herido (el cual tenía el pie como un globo) y lo llevamos al "hospital"... mi sorpresa fue cuando llegamos a dicho lugar y lo recogieron en brazos dos hombres y se lo llevaron a una casita pequeñita que hacía esquina una calle más abajo de la plaza central.
Fue chistoso, porque entrando al pueblo ya sabían todos que llegabamos y había gente esperandolo para preguntarle que le había pasado... sin móviles, sin internet... ¿como lo supieron? Aún sigue siendo una gran incógnita para mí.
Un lugar lleno de colorido...
Famoso por sus truchas...
Donde se respiera aire fresco, renovador y lleno de paz y donde os recomiendo a más de uno visitar.
Hey Lucia! que hermosas fotos y muy buen relato ... si, Latinoamerica esta lleno de pueblos coloridos, vivos y encantadores ... o sera nuestra 'realidad magica' que nos hace vislumbrarlos asi?
ResponderEliminarUn saludo grande desde la lluviosa Paris !!!