No me siento muy bien...

No me siento muy bien... esta noche no pude dormir, así que estuve formateando mi ordenador, y entre una cosa y otra me dieron las seis de la mañana... así que voy a ver si aguanto así todo el día y por la noche caigo rendida y me adapto ya a mi nuevo horario.

Me vuelvo a sentir agobiada por muchas cosas... me gustaría volver a Villa de Leyva y volver a mi paraiso donde no tenía que tomar decisiones, donde no me sentía atada por nadie y donde respiraba la paz de la montaña.

No tengo ganas de nada... y cuando miro a mi alrededor es como si estuviera viviendo un sueño de esos de los que me gustaría despertar para encontrarme un techo de maderas y una ventana llena de pasto verde y la luz del sol iluminar la habitación.

Hecho de menos a mis niños... sus abrazos, sus besos, solo Dios sabe cuánto me gustaría abrazar a Alliet, a Hanna, Dana, Santi, mi precioso Daniel...
El suelo de esta ciudad es monótono y rutinario... necesito las piedras del pueblo, esas grandes piedras con algún que otro fosil las cuales no me ayudaban a caminar, pero que me hacían sentir en el lugar donde siempre quise estar.

Quiero volver a escuchar las risas esquivando la realidad de la pobreza, quiero abrazar a mi tía y decirle otra vez más cuánto la amo.

Ojalá hubiera sido capaz de perder ese avión... pero como a veces me suele pasar no soy capaz de hacer lo que realmente quiero, serán que aún quedan miedos que superar.