Como ya es una costumbre rutinaria en mí, sigo pensando mucho en el paso del tiempo. Hoy me dí cuenta más que otros días. Fui a un concierto cristiano, de un grupo uruguallo llamado "Alternativa". Me gustaron mucho.

Veía a la nueva generación de las iglesias. Hace seis años conocía a la mayoría de mis contemporáneos, en los conciertos saltabamos, gritábamos, estabas pendiente del cantante que te molaba para luego saludarlos, en fín, cosas de adolescentes, que ahora las vemos ridículas.

Hoy me fijé que la mayoría de los jovenes que fueron al evento no los conocía, la mayoría porque eran niños y poco a poco se han involucrado en las actividades de los "mayores". Las ves con sus minifaldas, maquilladas o a ellos sus crestas, piercing etc... cuando hace nada estaban jugando con los muñecos y cochecitos.

Quizás me dió la fiebre de la edad con esto de cumplir años... pero me veo dentro de poco en otra etapa que aún no quiero que llegue sin antes disfrutar la que vivo ahora. Pero me da pena porque sé que algún día todo pasará. Pasará y seremos ancianitos los que tengamos suerte de llegar a esa etapa.

Aunque me da miedo los 80 años, porque en el transcurso de ese tiempo habré perdido a gente que quiero. La vida es tan difícil, tan complicada. Si no fuera por Dios, me costaría encontrarle un sentido. De qué serviría hacer todo el bien, luchar por un mundo mejor, disfrutarlo todo, si al final todo se hará polvo. No estoy deprimida ni nada por el estilo, pero sí reflexionando para encontrar lo que realmente quiero en estos años preparando la llegada a los treinta.

Hay algunos cuadros con los que me siento muy identificada al pensar en estas cosas...