"El que habita al abrigo del Altísimo
se acoge a la sombra del Todopoderoso.
Yo le digo al Señor: "Tu eres mi refugio, mi fortaleza,
el Dios en quien confío
pues te cubrirá con sus plumas
y bajo sus alas hallarás refugio.
¡Su verdad será tu escudo y tu baluarte!
Porque Él ordenará que sus ángeles te cuiden
en todos tus caminos
Con sus propias manos te levantarán para que
no tropiecs con piedra alguna
Yo lo libraré, porque él se acoge a mí;
lo protegeré, porque reconoce mi nombre.
Él me invocará, y yo le responderé;
estaré con él en momentos de angustia;
lo libraré y lo llenaré de honores"
Salmo 91.
Esta noche busqué el rostro de Dios. Yo sé que él es real, lo he experimentado muchas veces, he conocido que hace todo lo que para los hombres es imposible. Recuerdo una vez hace dos años, no tenía palabras, no tenía ganas de hablarle era como si mi boca estuviera cosida y no tenía gans de soltar unas sola palabra. En pensamientos le dije: "Señor, tu me conoces, vengo tal y como estoy... tu sabes que anhelo entrar en tu presencia pero es como si un muro muy grande hubiera delante de mí". Entonces, me quedé en silencio. La habitación estaba oscura, era de noche, y así permanecí un buen rato. De repente comencé a llorar, y las palabras salían solas de mi boca... fue un momento maravilloso, y desde ese instante aprendí que él me ama tal y como estoy, con mis penas, mis agobios, mis cargas, mi poca fe, incluso mis desganas.
Hoy quise escuchar su voz, no le pedía nada más que encontrarme en sus rodillas, y en su regazo sentir que me abrazaba y me besaba... hoy solo quería estar así. No le pedía nada más que eso, ni sueños, no había peticiones, ni quejas nada más enamorarme de él.
Y pasó el tiempo... y no ocurrió nada. Entonces comprendí que la confianza va mas allá de un simple sentimiento o emoción. Seguiré perseverando y por fe creo que él me ha escuchado esta noche, y que cuando él quiera me envolverá con su presencia, yo esperaré y le alabaré aun más y más, porque mi Dios no es un Dios de rendiciones, sino de perseverancia, de luchas y batallas ganadas... y elegí amarlo, y sé que en cualquier momento derramará su unción sobre mí, y me llenaré de todo lo que hoy clamé... Estoy enamorada de la voz de mi amado, y mi ser no cesará de buscarlo hasta obtenerla. Me está moldeando a su carácter, y yo estoy dispuesta a ser moldeada.
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