Hija de Vicente Menchú (activista en la defensa de los derechos indígenas) y Juana Tum Kótoja (matrona indígena).
Vivió una infancia y juventud muy dura en medio de la pobreza, racismo y reprensión en la que estuvo sometida a causa de la clase social alta dominante en el país que injustamente trataba a los campesinos.
A los 19 años militó en el Comité de Unidad Campesina, mientras que el ejército nacional arrasaba las tierras del país en una campaña contra aquellos que sospechosos de pertenecer a la oposición armada.
Rigoberta afirmó que su hermano menor fue secuestrado y asesinado por el ejército, que a su padre lo quemaron vivo junto con veintinueve trabajadores de la embajada española en Guatemala y algunos meses después le mataron a su madre torturada.
Algunos de sus hermanos optaron por unirse a la guerrilla, Rigoberta inicia una campaña pacífica denunciando con dignidad e inteligencia las violaciones de los derechos indígenas por el régimen guatemaltéco.
A los 21 años Rigoberta se refugia en Chiapas (México) donde la acoge el obispo Samuel Ruiz.
Un año más tarde regresa a Guatemala, pero poco después tuvo que exiliarse a Nicaragua y luego regresaría otra vez a México.
Comenzó a participar en un grupo de trabajo de la ONU para apoyar a poblaciones indígenas.
Su hermana menor, Anita, dice de ella:
"Si le regalan una camisa, le parece sensacional, se maravilla ante todo lo que uno le dé, se maravilla ante el agua que corre por las calles, ante la técnica hoy en dia, es su capacidad de maravillarse con todo lo que existe en el mundo y su deseo de aprovechar lo que nunca tuvo, de poder vivir lo que nunca pudo, lo que nunca le dejaron vivir"
A los 29 años regresó a Guatemala de nuevo, pero inmediatamente la metieron en la carcel y cuando fue liberada volvió al exilio.
En 1992, fue galardonada con el premio nobel de la Paz.
Magnífica semblanza..gracias por una entrada tan educativa, ilustrante y llena de emoción. Besos
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