jueves, 2 de febrero de 2006

...Paz en la tormenta...

"Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo, ni tampoco muere para sí.
Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos o que muramos, del Señor somos. Para esto murió Cristo, y volvió a vivir, para ser Señor tanto de los que han muerto como de los que aún viven". Romanos 14:7-9

Ayer fue el peor día de mi vida. A las ocho y media de la noche me dieron la mala noticia: mi padre había muerto. Ocurrió de repente, yo estaba en Madrid, y ellos en Málaga. No me lo podía creer. Siempre fue una persona cariñosa, atenta, amable, sensible, trabajador, inteligente, sabio, amoroso, romántico... Siempre me decía " mi niña, el amor de mi vida...". Siempre estaba ahí para escucharme y comprenderme, nos sentiamos correspondidos artisticamente en muchos aspectos y podíamos hablar durante horas de miles de cosas... porque teníamos una misma pasión por Dios y por el arte.
Dios me regaló el privilegio de nacer en una familia preciosa, mis padres han sido mi orgullo, mis trofeos... y doy gracias porque él me dió todo lo que tengo: los recuerdos de un buen papá, el amor incondicional de él y de mamá, unos hermanos a los que adoro, un sentir que me enamora día a día más y más de mi Creador, y el cual se ha convertido en mi respirar.

"El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del omnipotente. Diré yo a Jehová: esperanza mía y castillo mío, mi Dios en quien confiaré" Salmo91:1-2

Nuestra vida está en las manos de Dios... de él depende todo. Él me dió un pasado precioso, y también me dejó sin una de las personas más importantes de mi vida, no pienso en un ¿por qué? solo sé, que el pasado el presente y el futuro es suyo, y que todo es para su gloria.
Hay muchas cosas que jamás llegaré a comprender. No merece la pena la rabia, la impotencia o el rencor. No merecen la pena los "y si...". Yo dejo mi confianza en mi Redentor, él sabe todo y no soy nadie para discutir sus órdenes.

Yo estoy bien... tengo paz en mdio de esta gran tormenta, pero mis hermanos están destrozados. Ellos sufrieron todo el desenlace, mis niños, cuánto los amo! Sé que mi mamá saldrá adelante, ella es fuerte y tiene al Gran Yo Soy de su parte.

Todo es una pesadilla de la cual kisiera despertar y volver a la realidad d hace un par de dias.

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