sábado, 16 de enero de 2010

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Estos días están siendo de mucha tristeza... una tristeza amarga que inunda cada vez más los huecos de mi corazón.

Dolor, angustia, rabia, lágrimas, suspiros, gritos, caos, hambre, desnudez y un sin fín de palabras nunca podrán expresar el olor a muerte de un país entero.

Miles de preguntas y entre ellas: ¿cómo ayudar? Y me ahogo en la impotencia de limitarme a confiar que el dinero que se está recaudando, realmente llegue a buen fin y no acabe en los bolsillos de una panda de ladrones.

Solo el hecho de imaginar que en un abrir y cerrar de ojos miles de personas no tienen NADA y ver, que a miles de kilómetros malgastamos continuamente TODO, hace que me sienta muy culpable por vivir en este paraíso irracional.

lunes, 11 de enero de 2010


Muchas veces... cuando pienso en la imposibilidad de verte, hace que vea la posibilidad de pararme frente a este cuadro e investigar sus misterios, historias y verdades ocultas, bajo la noche oscura que lo envuelve y el negro que lo amarga.
Y ún así... el verde -que más que esperanza es un vago reflejo de la realidad- traza un oasis que desaparece en la ausencia de tu mirada.