Hoy estuve en el CAC.
Sin un rumbo empecé a caminar por cada una de las salas, hasta que me paré y miré fijamente aquel cuadro que siempre me apasionó y el cual hoy tenía un mensaje diferente y nuevo.
Se convirtió en un refugio para mí.
Pude meterme dentro de él, entender cada trazo y pincelada, recobrar el sentido de mi vida y poco a poco aquellos sueños que solo existían en mi soledad.
Sin un rumbo empecé a caminar por cada una de las salas, hasta que me paré y miré fijamente aquel cuadro que siempre me apasionó y el cual hoy tenía un mensaje diferente y nuevo.
Se convirtió en un refugio para mí.
Pude meterme dentro de él, entender cada trazo y pincelada, recobrar el sentido de mi vida y poco a poco aquellos sueños que solo existían en mi soledad.
Porque en el caos, la angustia y la tristeza el amor sigue existiendo... aún en el opaco y negro intermedio desde que se desmorona todo hasta que volvemos a resurgir.